Agustín Artiles Grijalba -Champi-

Hubo una época en las que el objetivo principal era tan solo nadar, entablar amistades, pasar un rato agradable junto a los compañeros, relacionarse socialmente y de esa manera escapar de la monotonía diaria. Si tenían que competir lo hacían principalmente en sus pruebas favoritas, justificaban de esa manera su presencia en el torneo y si además obtenían algún puntillo para el equipo, todos contentos. Hacían una fotografía de los resultados y se lo enseñaban a todo el mundo.

“La meta final era divertirse, disfrutar del viaje y tomarse unas cervecitas con los colegas, que para eso trabajan todos los días y se lo merecen.”

Los tiempos cambian, los retos se han hecho mucho más competitivos y como no podía ser de otra manera el número de licencias Máster ha crecido de manera considerable. En la actualidad muchos de ellos y ellas no se conforman con pasar un rato en la piscina y han hecho de la actividad su auténtica pasión, una forma de entender la vida sin que por ello dejen de conservar el espíritu mágico de antaño.

La mayoría son ex nadadores de competición con una larga trayectoria deportiva y muchas horas de trabajo y dedicación entre corcheras. Por diferentes razones ya no pueden seguir al mismo nivel, pero quieren seguir haciendo lo que más les gusta y de esa manera no abandonar su actividad favorita.

Otros comenzaron a nadar cuando ya eran adultos y fueron aprendiendo con el tiempo las técnicas de nado para a continuación hacer sus pinitos competitivos. Les encanta competir y lo hacen en eventos de natación, a nivel local, regional, nacional e incluso internacional, en piscina o en travesías en aguas abiertas. Abarcan todas las distancias y estilos y algunos de ellos participan incluso en competiciones de triatlón.

Son Amateurs, dependen de sí mismos y salvo raras excepciones no reciben ninguna ayuda para su preparación, que la costean ellos mismos a través de cuotas o de pago directo a entrenadores personales. Las licencias, viajes, hoteles y manutención a los campeonatos salen directamente de sus bolsillos, lo que indica su alto grado de implicación.

Algunos son verdaderos atletas, que entrenarían hasta en la ducha de su casa si fuera preciso, capaces de realizar en algunos casos mejores marcas que cuando entrenaban en edades más jóvenes, brillan entre corcheras y se marcan en determinados casos objetivos descomunales. Deportistas entusiastas que disponen por lo general de todo tipo de material, palas, aletas, gomas para dentro y fuera del agua, tubas, mancuernas, bañadores de última generación que nadan solos, están absolutamente convencidos de su eficacia y que les ayudará a rebajar sus marcas.

Al final no importa la edad y el nivel, si nadaban de jóvenes o empezaron a una edad avanzada. A la mayoría les gusta saber el motivo de uno u otro entrenamiento, les apasiona que les corrijan sus errores técnicos y si el entrenador no dispone de cámara, serían capaces incluso de acudir inmediatamente a la tienda y comprar una si fuera preciso, con tal de verse nadar y corregir sus fallos.

A veces gastan demasiado tiempo y energía en razonamientos innecesarios, pero en su inmensa mayoría son voluntariosos y están predispuestos a lograr sus retos.

“No se rinden fácilmente, le gusta retar al tiempo, sentirse jóvenes y poderosos y en multitud de ocasiones lo consiguen.”

Comprender y asimilar que la natación es un deporte muy exigente, que los años no pasan en balde y que los entrenamientos han de adecuarse al nivel y edad del deportista, evitando las cargas inadecuadas y los riesgos innecesarios, será de vital importancia en la planificación de nuestros entrenamientos por una lógica seguridad y una progresión eficiente.

“Ser nadador Máster significa ilusión, perseverancia y superación deportiva, valores en decadencia y que a ellos les califica.”